Colombia fue el primer país
latinoamericano en adoptar la medida que prohibía fumar en 1991. En Estados
Unidos la medida se aplicaba desde hacía 3 años y desde entonces se extendió
todas las naciones. La prohibición incluye cigarrillo, tabaco y sus derivados.
Asimismo, para adoptar la medida, se
tuvieron en cuenta factores como el hecho demostrado de que el cigarrillo no
solo es nocivo para los fumadores, sino para quienes lo aspiran en forma
pasiva.
También el que, en los recintos cerrados,
el humo del cigarrillo tiende a distribuirse homogéneamente, con lo cual queda
sin fundamento la separación de espacios para fumadores y no fumadores dentro
de una aeronave. (Las primeras filas estaban reservadas para fumadores)
A los comienzos no había sanciones para
fumadores, sino que los miembros de la tripulación solicitaban que apagaran sus
cigarrillos.
Sin embargo, entre otras cosas las medidas
se reclamaban por las presiones de los usuarios que querían aire puro,
antes de finalizar la década de los setenta, empresas como Iberia decidieron
separarlos en fumadores y no fumadores. La costumbre se extendió rápidamente a
comienzos de los ochenta y en promedio se destinaba el 40 por ciento de las
sillas para fumadores y el 60 por ciento para no fumadores, cuando los aviones
son grandes y sus espacios lo permitían. A veces, la separación era por cabinas
y otras por filas de asientos. Desde esa época se prohibió fumar en los baños,
después que se encontró que un incendio de un avión brasilero fue ocasionado
por un pasajero que estaba fumando en el sanitario. Para evitar las trampas,
estas secciones están provistas de detectores de humo que activan alarmas si
algún viajero enciende un cigarrillo.
La presión de los defensores del ambiente
sin humo continuó y en 1988 consiguió que en Estados Unidos se prohibiera el
consumo de cigarrillo y similares en los vuelos domésticos de menos de una
hora. Luego se extendió a los de hasta cinco horas, de manera que muy pocos
trayectos (Hawai y Alaska, por ejemplo), se exceptuaban. Desde el comienzo del
año 1991, la determinación de impedir que se fume a bordo de aeronaves
comerciales se extendió hasta seis horas, lo que en la práctica significó que
abarcara casi todos los destinos.
Canadá también impidió fumar en sus vuelos
nacionales y a las distancias son similares a las de Estados Unidos.
En 1989, Gran Bretaña se unió a la
iniciativa y expidió una ley que no permitía fumar en vuelos dentro del Reino
Unido. En 1990, su aerolínea British Airways inició vuelos de prueba para no
fumadores: algunos entre el Reino Unido y Canadá y todos los intra europeos de
menos de una hora de duración como Londres-Amsterdam, Lóndres-Paris y
Londres-Bruselas.
Otros países como Alemania siguieron el
ejemplo y mantuvieron la norma algunos meses. Pero, tuvieron que echarla para
atrás por las demandas de los fumadores que lograron demostrar que violaba los
derechos humanos.
Además de las incomodidades causadas a
quienes no fuman, el humo crea dificultades técnicas a las compañías, debido a
que la nicotina y la brea del tabaco se adhieren a las paredes de las boquillas
y filtros por donde sale y obliga a cambiarlos con frecuencia.
En Estados Unidos, la veda fue implantada
en 1991. En las grandes compañías europeas como Air France, Alitalia o
Lufthansa, todos los vuelos son para no fumadores. La modalidad, empezando por
los vuelos de cabotaje, se ha ido instalando en todos los países del resto del
mundo. Esto se enmarca en una campaña global anti-tabaco, que comprende todos
los sitios de acceso público. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS),
unas cien mil personas mueren diariamente a causa de enfermedades cuyo
desarrollo es inducido por el vicio de fumar.
En Aerolíneas Argentinas,
en el año 1987, el 50 por ciento del pasaje estaba reservado a los
fumadores, mientras que en 1999 en los vuelos internacionales solo el 10 por
ciento estaba reservado para ellos y por lo general los asientos quedan vacíos
porque la gente elegía el sector no fumador.
El 20 de junio de 1999 se
prohibió totalmente fumar en los vuelos internacionales.
Fumar en aeropuertos no sólo está
prohibido, sino penalizado. A bordo del avión la restricción y la penalización
es mucho mayor. Las azafatas avisan antes de empezar el vuelo y, además de
pagar la multa, pueden obligarte a dejar el vuelo (si aún no hay salido) o
detenerte a la llegada del país de destino.
Otro caso sería lo ocurrido en 2009 a un
sudanés que fue condenado a recibir 30 latigazos por fumar en un avión.
¿Puedo viajar con mi cigarrillo
electrónico? Esta es una pregunta común. Según el blog
oficial de la TSA (Administración de Seguridad de Transporte en los Estados
Unidos), se puede viajar en un avión con su cigarrillo electrónico, pero al
igual que los cigarrillos de tabaco, no puedes usar tu cigarrillo electrónico a
bordo de cualquier avión comercial en los Estados Unidos, ya sea en la pista o
durante el vuelo.
Las compañías aéreas pueden tener sus
propias regulaciones con respecto a cómo usted puede viajar con su cigarrillo
electrónico, algunos pueden no permitir que lo guarde en su equipaje de mano.
Siempre es mejor hacer referencia a los elementos de la lista prohibida que es
específico de la compañía con la que está volando. Vuelos privados operan bajo
un conjunto diferente de reglas que las líneas aéreas comerciales y pueden
permitir el uso de los cigarrillos electrónicos.